No soy extremista de ningún tipo y lucho para una vida equilibrada.
MI COCINA se construye a partir de dos principios vertebradores:
1. una alimentación sana y terapéutica inspirada por los preceptos ayurvédicos y enriquecida mediante super-alimentos naturales.
2. la adaptación de recetas tradicionales para que sean más saludables, substituyendo algunos ingredientes por algunos otros más recomendables.
Me apasiona la cocina porque es a la vez matemática y creatividad pura. En definitiva, la cocina es un arte que se halla en a base de nuestra salud y de nuestro bienestar.
EL AYURVEDA me abrió los ojos y me mostró que solemos:
- consumir demasiada sal, grasas y azúcares (y también para mucha gente, demasiada carne y demasiadas comidas preparadas).
- cocer demasiado los alimentos, y que los cocinamos con el fuego demasiado alto.
- comer demasiado.
Para este último punto, el Ayurveda nos ofrece una guía para adoptar una manera más equilibrada de consumir. Por ejemplo:
- En cada comida, la mitad de lo ingerido debería ser verdura, acompañada por una pequeña cantidad de cereales y una cantidad aún más pequeña de proteínas.
- Cada día hemos de consumir un 40% de verdura, 25% de fruta, 18% de cereales, 9% de proteinas y sólo un 8% de postres dulces o lácteos.
El Ayurveda también nos indica que hemos de respetar el tipo de alimentación que corresponde mejor a nuestro tipo corporal (Pitta - Vata - Kapha).
LAS PROTEINAS
También intento consumirlas de manera equilibrada.
Fue vegetariana durante 8 años. Tenía dos motivos. Nunca me gustó el sabor de la carne roja (de pequeña sólo comía pollo o un poco de pescado) y no quería contribuir al maltrato animal asociado a las industrias alimentarias. Se matan demasiados animales para nada, no soporto ver esos kilos y kilos de carne que se almacena en los supermercados y que acaban en los contenedores de basura porque se ha superado la fecha de caducidad. Tampoco soporto pensar en cómo se transportan los animales, cómo son cuidados, cómo se les alimenta y cómo se les mata en los mataderos.
Un día, sin embargo, dejé de ser vegetariana. Ocurrió durante el segundo trimestre de mi embarazo cuando me volví literalmente carnívora. Mis antojos por la carne era tan grandes que parecía que me iba a volver LOOOOCCAAA. El primer plato de carne que me preparé fue una blanquette de veau, y lloré cuando la comí. Recuerdo que mi marido me dijo textualmente "pero si sufres tanto, no te lo comas, cielo!" y le respondí "pero lo necesito!!!!". Mi cuerpo estaba creando carne de otro cuerpo, y necesitaba proteínas animales. A 4 de mis amigas (y a 5 amigas de mis amigas) les pasó lo mismo. Eran vegetarianas y durante el segundo trimestre del embarazo tuvieron que comprar bistecs. Sólo tengo a una amiga vegetariana que no sintió nada especial.
Para mi, el vegetarianismo es una ideología y como tal hay que respetarla. Pero yo creo que somos omnívoros y que hemos de comer de todo, pero todo lo hemos de comer en las cantidades adecuadas.
En casa, tomamos:
- carne: sólo un par de veces a la semana y ya tenemos bastante
- pescado y huevos: una vez a la semana (los huevos, seguramente más veces, por los pasteles ;))
- legumbres, cereales y verduras ricas en proteínas y hierro, tofu y seitán: todos los otros días.
En la boca tenemos dientes de todos los tipos, para poder comer un poco de todo.
Los mataderos siempre serán los mataderos, pero si consumimos carne biológica, podremos estar seguros que el animal ha sido bien alimentado, ha visto la luz del día y ha corrido en libertad.
LA LECHE
Un bebe puede digerir la leche de vaca, pero a los adultos les resulta indigesta. Los adultos deberíamos consumir leche de vaca muy de vez en cuando, y substituirla por leches vegetales en la mayoría de las ocasiones. Hay muchos tipos de leches vegetales (almendra, arroz, kamut, avellana, espelta, soja, avena, etc...) y es aconsejable no consumir siempre del mismo tipo. En casa vamos alternando entre varios de leches vegetales.
El calcio que habitualmente creemos que solo nos puede aportar la leche de vaca, se encuentra también en otros tipos de alimentos. La avena, por ejemplo, o el sésamo, son ambos muy ricos en calcio. A mi hijo de 2 años no le gusta demasiado la leche y hemos complementado su alimentación con infusiones de avena. El niño está creciendo sin problemas y sin ningún tipo de carencia. Este truco me lo dio la gran crack que regenta El Manantial de Salud.
MANERA DE CONSUMIR
- Busco siempre lo más saludable, pero lo saludable no tiene porque estar reñido con los caprichos! No hay que prohibirse nada. Lo demasiado estricto quema.
- Busco lo más natural, biológico y local posible, pero si en algún momento no se puede, no voy a sentirme mal si compro alguna vez en un supermercado. Simplemente reflexiono sobre lo que consumo y actúo para impactar lo menos posible al planeta y a mi salud, siempre dentro de mis posibilidades en cada momento.
(Una nota sobre la limpieza del hogar: algunos productos ecológicos son caros, sí, pero de verdad, hay recursos más baratos que el Cilit Bang para limpiar tu casa! El vinagre, el limón, el bicarbonato etc. cuestan unos céntimos limpian muy bien, y no contaminan el planeta. TODOS los productos que encontramos en los supermercados contaminan y son peligrosos. Algunos mencionarán la palabra "verde" o "ecológico", para vender más, pero es puro marketing. Hay que mirar la etiqueta de detrás y no sólo la de delante)
IN-LE-KECH - yo soy otro tú (proverbio maya).
Todo lo que acabo de explicar es lo que más me conviene a mi. Pero respeto a todas las otras formas de alimentarse, todos tenemos nuestro camino por recorrer, todos hemos de encontrar lo que nos hace sentir bien y feliz. Porque TODAS las opiniones representan la VERDAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario