Presentación de la Slow Cosmétique.
En mi estantería no hay muchas cosas y la mayoría provienen de mi cocina. Esta es la base de la Slow Cosmétique (la versión en cosmética del movimiento Slow, como la Slow Food), una gran filosofía que está creando Julien Kaibeck, aromatólogo de Bélgica. Antes yo sólo utilizaba cosmética natural y biológica, pero Julien y Carole Dichampt me ayudaron a ver las cosas de otra manera. Gracias a ellos aprendí a consumir menos y mejor... y a ser más guapa!
Los productos que aparecen en mi foto son los únicos que utilizo para limpiarme la cara (bueno, también me preparo mascarillas con frutas, chocolate, arcilla o con aceites esenciales!... pero esto ya lo explicaré en otro post.)
Puedes ver que uso sal fina de Guérande, azúcar fino de caña, arcilla verde (uso la verde porque en verano mi piel se vuelve más grasa) y aceite vegetal de jojoba (ideal para la piel mixta con tendencia grasa). El aceite lo pongo en una pequeña cantidad en este frasco para las necesidades de la semana, y el resto de la enorme botella que he comprado, la guardo en la nevera para su mejor conservación.
Desmaquillarse con aceite vegetal.
¿Qué hago cada día con este aceite?... pues me desmaquillo! Se coge un disco de tela (las ecológicas, que se pueden reutilizar, y así no gastamos tantos kilos de algodón), lo mojamos en agua, lo escurrimos un poco y le ponemos un poquito de aceite vegetal. Para completar la limpieza podemos pasarnos otro algodón con hidrolato o agua floral. Después aplicar 3 gotas de aceite para hidratar (o de un serum) dando un buen masaje.
El aceite vegetal desmaquilla igual de bien que un desmaquillador comercial típico, pero es muchísimo más saludable y económico. Lo que desmaquilla es la parte grasa de los productos. Las grasas levantan y desenganchan la suciedad de la piel. Cualquier grasa puede hacer esta función, por eso el aceite funciona tan bien o mejor que los desmaquilladores comerciales.
Desventajas de las emulsiones.
Cualquier crema (hidratante, desmaquilladora, anti-UV etc...) es una emulsión. Para hacer una emulsión, se necesita una fase acuosa, una fase grasa y un emulsionante. El emulsionante tiene el papel de mezclar la fase acuosa y la fase grasa, igual que el huevo en una mayonesa cuando junta el vinagre con el aceite).
De estos 3 elementos, tu piel sólo absorbe la fase grasa. Cuando te pones una crema, el agua acaba evaporándose y el emulsionante se queda sobre tu piel, formando una fina capa que tapa los poros. Esta capa no deja respirar la piel y evita que el agua que tu piel debe expulsar cada día de manera natural, se quede dentro. Esto es lo que provoca la falsa sensación de hidratación que los fabricantes de cosmética nos venden en sus productos.
- Te tengo que decir además, que en las típicas cremas industriales el porcentage de aceite vegetal es bajísimo y su fase grasa se compone sobre todo de aceites no vegetales, parafinas. Tanto los aceites no vegetales como las parafinas son elementos que el cuerpo no necesita y que quizás podrían llegar a dañarlo a largo plazo (por ejemplo, con un "aceite" del estilo Johnson's Baby, muchos padres están poniendo petróleo sobre la piel de su bebé, cuando su simple intención era hidratar su piel o darle un masaje).
- Algo parecido pasa con los emulsionantes. En las cremas naturales o biológicas, en cambio, el emulsionante suele ser cera natural.
Las cremas ayudan a las pieles agredidas.
El emulsionante, la cera natural, forma una capa protectora. Nos protege de la polución, del cloro de las piscinas y, en invierno, incluso nos puede proteger del frío.
Exfoliación y hidratación.
El secreto es exfoliar la piel cada semana para quitar la capa muerta y la suciedad, tonificar los tejidos y proporcionar nutrientes y vitaminas. Cada día también hay que hidratar la piel con aceite vegetal. Con una exfoliación regular, tu piel absorberá cada vez mejor el aceite vegetal y se volverá muchísimo más fuerte, equilibrada y bella.
Para exfoliar la cara mezcla una cucharada de azúcar o de sal (o de ambas cosas) con un poquito de aceite vegetal biológico, y aplica la mezcla haciendo circulitos, pero sin apretar.
También hay que exfoliar el cuerpo (ya te iré poniendo recetas).
El uso de aceites esenciales.
A las mezclas para exfoliar se les pueden añadir aceites esenciales (¡OJO! hay que usarlos en las cantidades adecuadas). Hacerse tratamientos con aceites esenciales es realmente uno de los más grandes gustazos de la semana, porque los aceites esenciales son muy beneficiosos y además aportan mucho placer.
Para la cara, puedes hacer serums con aceites esenciales. Los serums te permitirán hidratar tu piel y tratar imperfecciones como granos, poros abiertos, piel cansada, sin luz, ojeras, rojez etc...
Otra clave importante de la Slow Cosmétique, es que la haces TÚ MISMA/O, y por ello será una cosmética totalmente adaptada a tu tipo de piel y a tus gustos. Podrás dejar de comprar productos comerciales y de cambiar de marca en busca del producto ideal que no existe!
Este método de cuidado personal es lo más eficaz y económico que conozco!
Regularmente, iré añadiendo mis recetas de exfoliantes, mascarillas, serums de belleza y otras cosas interesantes...
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